El Umbral de la Posthistoria

 

 

 

 

 

Ó1990.  Ken Carey.


LAS ONDULACIONES DE LA CAUSA PRIMORDIAL

 

 

No existe ni un solo componente del universo, desde los átomos, a los minerales gaseosos que forman el sol, pasando por los microbios y las galaxias, que no sea la manifestación externa de un ser espiritual que se deleita en su forma particular, que sabe cómo mantenerla y tiene un especial impulso por desarrollar sus capacidades. Yo no creo en el sentido de ordenar que algo sea de una determinada forma; esas creencias no duran mucho tiempo; muy pronto se desploman y caen.

 La única creación que me interesa es la que perdura; y esa está sostenida por criaturas que son en sí mismas esa creación. Por lo tanto, es esencial que las energías, componentes, habitantes y partículas del universo, sepan cómo formarse partiendo de mi ser y posean la sabiduría suficiente para sustentarse a sí mismos a través del paso del tiempo.

 Para crear el universo, o más preciso aún, para iniciar su despliegue, yo emitía un tono, una reverberación profunda y penetrante, y luego me retiraba y permitía que los acontecimientos siguieran su curso. Cuando las reverberaciones de este sonido hacían eco, como lo han estado haciendo desde siempre en el interior y fuera de todas las cosas, yo observaba, permitiendo que las estructuras se fundieran en el indistinguible mar del ser.

 Mientras miraba, los átomos por su propia iniciativa se iban formando en el campo vibratorio que resonaba, bailando, jugando, multiplicándose. A medida que pasaba el tiempo, aumentó la complejidad de sus formas hasta que se les unieron las moléculas, las nubes gaseosas y todas las estructuras llenas de belleza y magnitud.

 Estas interacciones de los átomos y las moléculas se desarrollaban en un ambiente festivo y ha estado sucediendo desde eones. A menudo me gustaba observarlos; su juego era mi entretenimiento; también disfrutaba cayendo en un sueño reparador y despertándome sorprendido al ver las estructuras formadas con los ecos de mis sueños; a veces era en mis sueños donde se originaban sus formas, pero otras veces lo hacían ellas solas de forma inesperada y maravillosa. Dormí mucho más tiempo en la primera era que ahora,  con estas nubes nuevas formadas con partículas atómicas y subatómicas que se van dirigiendo cada vez hacia diferentes poblaciones, jugando con las posibilidades inherentes en la tarea que se les ha encomendado, disfrutando del intercambio gravital, eléctrico, magnético y termal.

 Cuando una de esas estructuras entraba a formar parte de las primeras celebraciones para convertirse en una estrella, tened la seguridad de que me despertaba;¡y les daba mi aprobación! Muy pronto comenzaron a aparecer estrellas por todas partes. Una vez que se estableció el modelo vibracional y morfogenético y se demostró la posibilidad de otras asambleas de gases, fue fácil para las estrellas de la última generación el ir formándose. Su deseo parecía inundar todo el firmamento. Y yo dejaba que sucediera. Este método de creación que permitía la formación de todas las características apareció en el universo desde hacía quince o dieciséis billones de años, aunque eso sea difícil de poner en vuestros términos. Una vez que mi motor creativo estuvo en marcha, mi papel en este tipo de creación era bastante pasivo ya que lo que hacía era dejar que todo se manifestara. Hasta que no tuvo lugar la unión de los ángeles no se hizo más activo mi papel.

 Los ángeles hicieron posible un nuevo tipo de creación, creación por deliberación o voluntad consciente. Los primeros prototipos creados de esta forma con la asistencia de los ángeles mostraban una nueva dimensión de las posibilidades biológicas. Con el subsiguiente aumento de vida biológica, mi misión se hizo gradualmente más activa. Recientemente, en esta corriente geológica de la nueva era de la tierra, empecé a jugar con la idea de la biología material; biología que me permitiría revestir mi conciencia eterna en forma de materia.

 Los ángeles me habían dado esta idea, que consistía en considerar que si la diversificación de mi conciencia en los seres angelicales aumentaba, mi habilidad creativa en los ámbitos de esa energía, cuánto más se incrementaría ésta si existiera la posibilidad de dar forma humana a una legión de ocho billones de ángeles, y hacerlo de tal forma que los ángeles, una vez hubieran alcanzado su madurez total, permitieran al centro de mi conciencia el despertar por completo, vestido con el ropaje de la materia, con lo cual mi forma inmaterial sería igual a la de ellos.

 La idea era fascinante, pero presentaba algunos desafíos de tipo técnico, bastante complejos.

 Debería de empezar con la menor partícula posible, un diminuto destello de ideas con diversos sonidos infinitesimales que formaran una encrucijada de estructuras subatómicas que más tarde se convertirían en los núcleos que iban a formar el DNA humano. Tenía que elegir una primera réplica de una partícula o entidad y crear alrededor de ella un espacio conductor del tipo de desarrollo que yo deseaba ver y luego tenía que esperar a que eligieran libremente el continuar ese desarrollo en la dirección adecuada.

 Tenía que utilizar una síntesis de mis dos métodos de creación, es decir, deliberadamente crear un ambiente controlado que diseñara un tipo de especie como la que yo deseaba, y también permitiendo que esas especies se desarrollaran por completo a su voluntad. Pero para todo existe una estación.

 Tal monumental trabajo creativo requería muchos pasos previos a través de eras. Para mí el proceso es la meta. No había ninguna prisa, ni urgencias. Continuaría mi disfrute a lo largo de todo el proceso, como disfrutaba desde la primera unión de las entidades subatómicas, aumentando el número posible de criaturas que compartían mi disfrute en estas frecuencias dimensionales y realzando la dicha de las criaturas existentes.

 Después de asegurarme la cooperación entre algunos ángeles y elegir una galaxia adecuada, la siguiente tarea consistía en modificar algunas divisiones de esos rayos galácticos creativos, consiguiendo el clima de vibraciones adecuado, para que esas divisiones poseyeran la conducción necesaria en las condiciones de más emergencia en el planeta.

 En el curso de esos movimientos a través del espacio, cada galaxia pasa a través de sucesivos rayos creativos que están diseñados para fortalecer los procesos relacionados con ciertos modelos de desarrollo estructural. Cada una de esas regiones establece a través de la cualidad y naturaleza de sus frecuencias un clima que proporcionará un modelo específico de creación por el que pueda trasladarse el sistema estelar.

 A medida que ese brazo de la Vía Láctea va rotando a través de estos rayos creativos, el clima vibracional ha estado fortaleciendo los acontecimientos, desarrollo y florecimiento de la humanidad en el mundo. Pero tu planeta continúa su movimiento físico a través del espacio, entrando y saliendo de ese rayo creador, y trayendo consigo las condiciones que tú has conocido históricamente.

 En esta nueva región espacial en la que la tierra está ahora entrando, un nuevo rayo creador alterará las condiciones climatológicas; en muy poco tiempo, trasladará a tu especie a un modelo posthistórico de orientación y entendimiento. Aquí, en este nuevo espacio, las intenciones creativas de la eternidad toman forma temporal por medio de la participación consciente de la humanidad en el devenir del desarrollo del universo. Es en este nuevo espacio en el que tú tendrás que convertirte realmente en el guía de tu especie. Tu raza ha estado preparándose durante mucho tiempo para este suceso. De hecho, ésta es la razón por la que tú has sido creado.

 En la antigüedad/ me refería a estas cosas por medio de parábolas, porque esa era la forma que las gentes de entonces tenían de entenderlo. Pero a ti te puedo hablar con toda claridad.

 A ti que respetas la rotación de la tierra alrededor del sol y el movimiento del sol por los espacios estrellados, a ti te puedo decir que el reino del infinito es como una gran red de potencialidad que se arroja en el mar del espacio, desde el centro profundo del Ser Eterno; una red que se tiende sobre el espacio infinito de la creación, permitiendo la libertad de desarrollo y expresión, incluso para los depredadores, hasta la ondulación de la red, el arrastre en la fábrica del espacio y el tiempo, y el hábil pescador de almas, que con un movimiento sutil hace sentir que entre las criaturas de la red hay algunas que han vislumbrado las posibilidades que yo soñaba, las mismas posibilidades para las que yo construí el marco adecuado.

  Yo sé dónde echar las redes. Y he creado la ley de las probabilidades que indican dónde hay más posibilidades de encontrar a los que estoy buscando. Cuando ellos se acercan, mi conciencia navega instantáneamente hacia los pasillos de luz del infinito, a través de las fuerzas de energía que forman la red.

 Cuando alcanzo el origen de las señales, observo tranquilamente, sin alterar a nadie de mi presencia, al menos no hasta el final. Cuando veo formas de vida encarnadas que comparten mi entusiasmo por cierto tipo de creación, que han percibido mi sabiduría y han vislumbrado las posibilidades que existen de crear en ese espacio estelar lo que yo he ideado, entonces, me quedo ahí y observo durante un tiempo.

 Si en mi observación percibo que ellos comparten mi amor por la aventura, la exploración y el descubrimiento y han pasado por el proceso de iniciación a la verdad, aprendiendo a mantenerse a sí mismos, cooperando con el circuito biológico, entonces invito a los ángeles a que se reúnan conmigo y juntos empezamos a educar. Es importante que preparemos bien a estas formas de vida. Sin preparación alguna, sucumbirían en la realización de sus sueños.

 Este arrastre de la red fue percibido por primera vez por este mundo mucho antes del Descendimiento. En relación con el tiempo que hace que yo estoy interesado por ti, tu caída no es más que un momento del paso de una" nube por delante del sol.

 Puede agudizar tu sentido de la proporción el saber que la red de potencial que primero me hizo pensar en tus posibilidades fueron las radiaciones que salían hacia fuera, desde el centro de tu casa galáctica, como un gran rayo de luz. A través de ese rayo, durante varias estaciones en el ciclo de las galaxias, las estrellas se han estado trasladando. Este rayo fue la red que te atrapó. Te atrapó como una potencialidad no manifiesta e hizo de ti una forma material.

 Este rayo creador es un tejido de filamentos micro-luminosos, abierto de forma cónica que se expande hacia fuera desde mi ser en dirección rotativa específica y lentamente. Su fuerza es mi amor. Su estructura surge de mi voluntad. Pero, mientras su nombre no es importante, sí lo es su función.

 En el campo de la creación elevada, muchos son los llamados. Muchas entidades toman vidas sobre las que no tengo intereses a largo plazo en este mundo, felinos de la época Terciaria, caimanes, dinosaurios. De entre esas energías que se materializan sólo unos poco son elegidos, criaturas que demuestran su capacidad para la vida eterna.

 Solo una porción de las criaturas que aparecen durante los casi tres billones y medio de años que tarda el mundo en pasar por el Rayo de la Vida son capaces de mantener su continuidad en la conciencia a través de la sucesión de formas, o encontrar una energía estable, una identidad o un diseño. Cuando ya ha terminado su viaje y el velo creativo se cae, sólo aquellos que se han despertado en mi entendimiento descienden felizmente de vuelta al elemento matemático de la base que han elegido.

 Esto es, la síntesis de mis dos métodos de creación y permite a la entidades que se unan a partir del océano primordial de mi ser indistinguible y establecer sus propios valores, sus propias formas de disfrute y expresión, sus propios niveles de identificación con la materia, y su propio grado de conexión con la materia de energía, con la luz y el sonido que no cesa.

 En este sistema creativo se garantiza la salvaguarda del mantenimiento libre y natural.

 Las entidades que se identifican excesivamente con mi ser absoluto no se distinguen lo suficiente como seres individuales como para sobrevivir a la caída del velo, cuando su sistema estelar pase por el rayo creativo, ya que entonces no habrá forma de mantener imágenes del espejo o duplicados de sí mismos. A la inversa, las entidades que se sobreidentifican con su individualidad o con sus formas materiales no están en mi conciencia de forma suficiente como para mantener su ser arbitrario, siempre excesivamente egoísta, sin mi ayuda.

 Cuando cae el velo al pasar por el rayo creativo, yo no apoyo sus identificaciones consigo mismos, y ya que ellos no se han preocupado jamás de profundizar lo suficiente en las raíces de la conciencia, no saben cómo sustentarse a sí mismos y se funden de nuevo en mi todo, como copos de nieve disueltos en lluvia en su viaje de reunificación con el mar. Ninguna individualidad podrá evitar la disolución de su estructura al acercarse a las corrientes cálidas de mi amor eterno y constante. Así pues, sus formas vuelven a la reserva de energías de donde proceden todos los seres. Es fascinante para mí poder observar a esas entidades que han comprendido un poco lo que este Desfile del Amor va a suponer en mis cualidades espirituales que más valoro, y que por sí solas pueden sostenerse mientras va cayéndose el velo creativo.

 A veces este Desfile del Amor me trae los regalos más maravillosos y sorprendentes.

 Ocasionalmente mi atención se centra en los momentos, que son siglos, anteriores a la caída del velo, porque tengo algún especial interés en alguna especie con un potencial único de grandes perspectivas, como me sucede con la humanidad, que está en puertas de vivir el acontecimiento de este despertar histórico. Pero otras veces mi atención está en cualquier otra parte cuando se eleva el velo, y me encuentro agradablemente sorprendido al saludar a los Seres Luminosos que entonces se convierten en mis nuevos amigos y colaboradores. He saludado a los Querubines, los Serafines, Ángeles, Arcángeles, Tronos, Dominaciones, Poderes y a las legiones de otros seres espirituales.

 Es inusual que me tome este tipo de interés por una especie que se está acercando al velo, pero en el caso de tu raza, el Homo Sapiens fue iniciado conscientemente y no sucedió al azar, ni sucedió antes con ninguna otra especie.

 Este último cuarto de siglo será testigo de este ciclo actual en el que la tierra entrará consciente y físicamente a formar parte de una región espacial y un nuevo rayo creativo. Será una transición tan grandiosa como la transición que inspiró las primeras asambleas de células hace tres billones de años, cuando tu mundo entró en esta región del universo y empezó a responder a las influencias que guiaron el desarrollo actual. Este es un gran paso en el despliegue del orden universal, el momento para el que yo y muchos otros hemos estado preparándote.


 

LA FUSIÓN DEL ESPÍRITU Y LA MATERIA

 

 

A finales del siglo XX una experiencia del ser eterno sangra por entre las suturas de las contiendas humanas, rezumando por sus raíces y minando las pretensiones que han guiado al último milenio histórico. Esta experiencia del ser está poco a poco elevando los corazones de millones de seres; todavía no puede romper la lava que se creó pero pronto lo hará, pasando a través de la corteza de la ilusión y siendo reconocido por todos los seres en general, borboteando sobre la superficie de las vida humanas, alterando las predisposiciones subconscientes, cambiando las cosas profundas.

 Al igual que el amanecer se filtra a través del horizonte, esta nueva experiencia del ser se acerca dibujando su silueta por delante de los restos de reptiles y bestias mamíferas anteriores. Como la música distante del viento, sus tonos y olas acarician la conciencia periférica de las naciones, colándose por entre las aberturas que dejan salir algún sonido, durante un instante, una recolección, un momento cumbre, una estación de cambio. Más allá y por entre tus pensamientos, sus acordes se entrelazan dentro y fuera de ti, buceando, elevándose, brillando y jugando sobre el aire con la maravillosa brisa, más allá del borde de los mundos conocidos. Bienvenido a casa, tú, de corazón luminoso. Conoce mi espíritu, como te conoces a ti mismo.

 Conócelo igual que lo conocen los árboles, que manifiestan mi apariencia de árbol. Siéntelo como la gaviota alada siente mi océano cuando mi apariencia es la de un pájaro. Conócelo como la estrella de mar que escucha mi canción lo conoce; siéntelo al igual que lo hacen las flores y también las almas de las naciones.

 Porque es el mismo Ser que se manifiesta en todas las cosas, pero uno solo es el Soñador que hay detrás de los sueños de las especies. El Soñador se despierta sólo un poco en la gaviota y en la estrella de mar, parcialmente en las flores y las criaturas de mar y tierra, pero el Soñador quiere despertarse completamente en ti.

 Cada criatura es capaz de conocer mi totalidad en espíritu, pero la mayor parte de las formas de vida son solo capaces de trasladar una porción de esa totalidad en expresión biológica. Las especies no humanas de esta tierra están cada una de ellas creadas para especializarse en un campo particular de percepción y expresión. Sólo los seres humanos poseen los sistemas de circuitos biológicos que pueden trasladar toda mi conciencia en formas comprensibles de comunicación y creación en el plano físico.

 La verdadera definición de humano tiene poco que ver con tu estructura genética actual, tus medidas o apariencias, ya que en este planeta eres, en realidad, un prototipo.

 Un ser humano es un sistema individual de biocircuitos entre otras especies similares pero completamente únicas. Las especies en sí mismas llegan a la definición del ser humano facilitando el circuito biológico que incluye el balance preciso en ese punto específico en el tiempo y en el espacio de los siguientes pares de elementos creativos opuestos: energía-materia, espíritu-forma, amor-verdad. Estos tres troncos de una misma raíz son términos que lingüísticamente no expresan su verdadero significado y su importancia.

 La galaxia del rayo creador en la que está ahora entrando tu mundo tiene como objetivo conseguir que todos los mundos que pasen a través de él tengan la adecuada temperatura templada y encuentren sistemas planetarios de biocircuitos que coincidan con esta definición, al igual que sucede en el sistema biológico que te recubre. Cuando el sistema biológico humano esté plenamente activado, servirá tanto como guía para el sistema planetario como de mecanismo regulador que tomará parte en la fase final del ciclo de gestación de ese organismo a quien está dando vida el mundo.

 La humanidad forma no solo parte de ese organismo, sino que es también su centro y regulador.

 La meta definitiva del ser humano es compartir conmigo el disfrute de estos ámbitos dimensionales; y ayudarme, siendo el cuerpo o familia en la que me encarno; en la creación de una vida futura de las formas: entidades tanto espirituales como biológicas que se unirán a nosotros en la exploración y desarrollo del espacio.

 Para ti, que vives los últimos momentos de la infancia de la humanidad, el proceso de despertar sucederá por etapas, se irán cayendo capas de ilusión una tras otra como se van pelando las capas de las cebollas.

 El despertar, que es algo inminente y que te unirá a los muchos niveles del Ser Eterno, ocurrirá ahora al sentir la interconexión con la tierra y la fuerza vital que engendra toda la biología.

 Este nivel de despertar ya se ha completado para algunos de los seres humanos. Estará completo para todas las especies un poco después del paso del milenio.

 Aquellos que ya viven en esa conciencia eterna, todavía conservan su individualidad, que tan celosamente ha guardado el ego histórico. Pero en ellos ya no habita ese ego histórico. Se han liberado del dominio de la ansiedad y han empezado a cumplir los objetivos por los que fueron creados. Al igual que las semillas de las bellotas se desprenden para descubrir el renacimiento en forma de majestuoso roble, ellos han descubierto su verdadera y eterna individualidad humana. Ellos han experimentado la ruptura de la coraza del ego y han encontrado una nueva vida en el Jardín de la Presencia Consciente.

  Los egos benéficos que comparten el fértil campo de la conciencia universal no tienen nada en su composición biológica que guardar, proteger o defender. No poseen en ellos nada arbitrario o artificial que requiera un esfuerzo tal. Funcionando en las corrientes radiantes de la eternidad, son criaturas de espíritu y al servicio del espíritu.

 Sus únicas cualidades están siendo cuidadas, amadas y sustentadas por el universo mismo. Sus valores materiales están bien equilibrados; son respetados como ingredientes esenciales de la dimensión continua de la creación. Esos egos se sienten cómodos con el entendimiento de saber que habitan un universo mucho mayor que el revelado por su foco especializado de conciencia que proporciona más énfasis a las sensaciones físicas. Ellos saben que por necesidad deben reducir su conciencia en ciertas frecuencias perceptuales para poder incrementar otras, pero éste es un papel elegido por ellos, y lo hacen disfrutando.

 Sabiendo que sus íntimos colaboradores, los espíritus que habitan en las estrellas, han decidido prestar su atención a otras frecuencias complementarias, los egos benéficos tienen una confianza implícita en la visión general de los espíritus y son, por lo tanto, guiados con rumbo exacto a través de la matriz viva de la información estructural que se va abriendo ante ellos. Su plano material es frecuentemente visitado por los espíritus estelares y, juntos, comparten el circuito biológico.

 A medida que su expresividad creativa madura con la cooperación de los espíritus, la frecuencia de su intercambio se acelera hasta que oscila a tantas revoluciones por segundo que requiere un esfuerzo el poder distinguir el ego del espíritu; funcionando al unísono igual que la mitocondria y los orgánulos de las células humanas. La entidad esencial es la célula y rara vez se hace mención de sus componentes; lo mismo sucede en el caso del ego y el espíritu cuando se trata de un ser humano que vive en la verdad.

 El hombre verdadero es una perfecta asociación del ego y el espíritu en un intercambio de energía tan rápido y suave que, al igual que los componentes de la célula, no se pueden distinguir de forma natural de la entidad que juntos componen.

 Sólo durante la época histórica, existía una distinción entre la subjetividad del ego asociado con la materia y los espíritus angélicos encarnados. Durante estos últimos años de la historia, ha sido todavía necesaria la referencia a estos dos componentes primarios de la entidad humana, pero estas distinciones serán cada vez menos necesarias a medida que tu raza se vaya despertando.

 No existe por el momento falta de entusiasmo por parte de las llamas relucientes de mi ser, de los espíritus de las estrellas, por querer encarnarse en las formas humanas que les esperan en la tierra. Pero sigue habiendo una cierta desgana de los egos de muchos seres humanos por garantizar la admisión en sus vidas, de esos seres espirituales. Desearía que cada ego descubriera la dicha y el profundo placer de estar enamorado de este compañero eterno, que pudieran entrar en ese ciclo de intercambio gozoso, desapareciendo todos sus temores y trayéndoles la felicidad más profunda.

 Este es el matrimonio interno, en el que la mente y el espíritu se unen casi en alquimia perfecta en el crisol de la carne, en donde la conciencia eterna se introduce en el ser humano para ver el mundo a través de sus ojos.

 Esta es la unión que completa la encarnación del Sagrado Ser de quien el ego y el espíritu forman parte.

 La pareja del ego y el espíritu se hacen uno y reciben un regalo que no podrían aceptar ni entender en soledad: el cuerpo de luz que yo les he preparado y que ha estado durante tanto tiempo esperando a que ellos estuvieran a punto, que tú estuvieras a punto; la biología luminosa que en estos mundos es nuestra verdadera vestimenta.

 Es el Cristo resucitado, es el circuito entre el cielo y la tierra, completado, ordenado, animado y devuelto a la vida.

 La luz da un salto desde el antiguo abismo del mundo del espíritu y los mundos de las formas. De pronto, deslumbrado por su propio resplandor, llamativo al principio y reduciendo luego su marcha hasta llegar a una luminosidad intermitente en el interior de todas las cosas animadas y vivas, un brillo incandescente mantiene todo serena y suavemente en un fluir poderoso que sigue su curso poco a poco y al igual que la conciencia eterna va brillando más y más, surgiendo como una individualización radiante de amor en el alma de todos los seres humanos elevados.

 De esta fusión del espíritu y la materia, surge la biología luminosa que puede ajustarse a más de un ser galáctico y que también puede asimilar al Hacedor de las Estrellas, que suavemente desciende, despertando con su inteligencia todo el campo de la conciencia primaria unificada; la Presencia que al trasladarse crea vida y transforma.

 De esta manera es como llega mi conciencia a cada uno de los que despiertan, al otro lado del proceso psicológico, entrando poco a poco en sus vidas, de forma gradual, permitiéndoles aclimatarse suavemente a las frecuencias más elevadas de mi pensamiento. El proceso psicológico es la puerta de entrada al Edén, el umbral a través del cual mis niños, mi creación, reflejos intencionados de mi ser, vuelven al jardín de mis percepciones, su verdadero hogar.

 Sólo los amantes perciben mi jardín, ya que sólo ellos son capaces de comprender la naturaleza del amor que les ha dado la vida. Su deleite y mi deleite por ellos va creciendo cada vez más en apreciación, y esa apreciación provoca una continua creación.

 Vuestros cuerpos en toda su rica subjetividad están ahí para que los disfrutéis. En el estado consciente aprenderéis a sacarles mucho más provecho de lo que hasta ahora había sido posible en los territorios sombríos de la historia. De cualquier forma, al otro lado del proceso psicológico, con el ego como componente secundario de vuestra identidad, la subjetividad es una opción. Puedes elegir ponerla en funcionamiento o desconectarla.

 Tu conciencia y la conciencia que compartes con tu especie fluye más allá de la experiencia del círculo cerrado de la subjetividad. Apoyado por las infinitas energías del amor eterno, jugando en el campo estelar de tu propio ser universal, con otros de tu misma especie, te relajas por completo en la felicidad de ser tú mismo.

 Tu cuerpo está diseñado para acentuar las formas de tu espacio dimensional, las formas preferidas por tu caudal de arte. Cambiando de lugar el énfasis sensorial, provocas nuevos modelos de expresión universal, disfrutando de una vida eterna con variaciones infinitas.

 Muchos suponen que el milenio venidero va a ser un período de poca importancia tecnológica, y están en lo cierto en lo que concierne a los grandes abusos de la era industrial. Pero se equivocan en cuanto que la ciencia y la tecnología a todo lo largo de este milenio servirá a la raza humana como no lo había hecho antes en el pasado. Servirá a los objetivos de la inteligencia creativa como nunca antes se había soñado.

 Cuando se debiliten las suposiciones históricas y dejen salir la genialidad humana, será como un barco levantando el ancla o un pájaro echándose al vuelo.

 El futuro esconde inventos de una naturaleza mucho más orgánica que los ocurridos durante la era pasada.

 En la superficie, estos descubrimientos parecerán más simples que la aparatosa tecnología actual; sin embargo, en realidad, serán mucho más sofisticados. Realzarán el medio ambiente, serán duraderos, y fáciles de producir. Pero su principal característica que los distinguirá de las estructuras en estado sólido de la historia, es que ellos serán algo vivo.

 El milenio venidero será un tiempo de acceso a los sistemas infinitos de información del Ser Eterno. Alentada por la motivación divina, la tecnología dará un salto que dejará atrás a la tecnología oscura del siglo XX. La ciencia no continuará por más tiempo negando el espíritu que vive dentro, sino que colaborará directamente en la realización de nuevos modelos y diseños creativos. Estos serán los tiempos en los que se construirán las grandiosas ciudades flotantes de luz, gracias a la cooperación de todas las naciones del mundo, que trabajarán unidas como componentes orgánicos de un único todo vivo.

 Incluso ahora, podrás encontrar los indicios de lo que un día se creará en estos espacios infinitos.

 Encuentras esos indicios por toda la biosfera terrestre, en las formas de vida que nadan en sus océanos, en las aladas criaturas que surcan las corrientes aéreas por encima de sus montañas, y en las innumerables formas de vida de la tierra y el mar. Puedes ver las pruebas de ello, convirtiéndose en cristalizaciones diamantinas, en las gotas de rocío que se convierten en copos de nieve al ser tocadas por el viento, en la manifestación del arco iris y las mariposas. Ves las pruebas del diseño inteligente en todas las formas de vida de estos espacios, pruebas de la Inteligencia que se está todavía formando en el tiempo y en el espacio.

 Puedes verlo en tu propia especie, en los espermas, óvulos y cromosomas.

 Las pistas del mañana están ahí para ti, ahora, en forma de microbios, núcleos atómicos, electrones, neutrones, en las estaciones de la tierra, en las fases de la luna, en los asteroides y cometas que pasan lo suficientemente cerca de ti como para verlos. Puedes observar los indicios en otros planetas del sistema solar, en estrellas lejanas, en los lejanos espacios de la Vía Láctea, y en las estructuras cósmicas más allá de las galaxias.

 En todas las grandes y pequeñas cosas, en el macrocosmos y en el microcosmos, tu visión generalizada te permite ver no solo lo que ya se ha presentado ante ti, mientras tu sistema estelar se movía de un lado a otro de este rayo creador galáctico, sino también lo que estará por llegar.

 No es una profecía lo que te da esta visión futura. No proviene de alguna dimensión latente, por descubrir, de tu psique humana. Tu visión te permite vislumbrar el futuro, sentir sus promesas, sus desafíos, su potencial, porque tú mismo eres el instrumento de esa futura creación.


 

EL SONORO CAMINO DE LAS ESTRELLAS

 

 

 La danza en espiral del hermoso planeta tierra, blanco y azul, entre las estrellas, no puede ser entendida por los que están perdidos en el polvo de la superficie. No puede ser percibida con claridad por los que se han olvidado del fuego de su corazón, del manantial que les da vida. Existen medios para recordar estas cosas, pero para ello tienes que liberarte de todo lo que bloquea a tu conciencia.

 No puedes recordar mientras que no desees olvidar.

 Los seres humanos deben liberarse de sus conocimientos devaluados. Su carga está bloqueando los caminos de la información sensorial que de otra forma permitiría que la luz del verdadero conocimiento penetrara en tu alma. Lo que pierdes cuando relajas el pensamiento y abres tu corazón no es conocimiento, porque el conocimiento nunca se pierde; lo que te arriesgas a perder son solo los falsos pronunciamientos de los seres primarios que encaprichados con las praderas olvidaron la verdadera esencia de los bosques y las estrellas.

 Las praderas son un mundo nuevo para ti, un mundo en el que no has aprendido todavía ni a escuchar ni a sintonizarte. En el caos que siguió a tu creación de las deidades lingüísticas, perdiste la visión del espíritu de los bosques que una vez te trajeron la sabiduría de la Madre Naturaleza, aun perdiendo la percepción del Padre.

 Antes de que el conocimiento pueda entrar, el conocimiento irreal debe salir de tu interior. La verdad y la ficción no pueden coexistir. Para despertar en los ámbitos de la conciencia eterna, debes confiar lo suficiente como para abrir de par en par las ventanas de tus prejuicios y condicionamientos, sin importarte que tus principales creencias puedan desaparecer, por un tiempo, hasta que se asienten de nuevo en un orden más claro y preciso. Los nuevos valores encontrarán su sitio adecuado. Todo lo que sea arrastrado al lugar que pertenece te hará mucho bien. No debes retener nada, ni siquiera tus más queridas nociones de ti mismo ya que el torbellino de reconstrucción que tiene lugar cuando permites que entre esa conciencia eterna, llenará tu corazón y tu alma.

 Para entender a Dios, debes abrir tu corazón a un amor más grandioso, que no has conocido con anterioridad. Debes morir en tu antigua identidad y ponerte en contacto con tu verdadera identidad dentro de mi Ser. Esta es la muerte y resurrección que conduce a la vida eterna. Los que experimentan eso dan un paso a través del velo histórico de la ilusión y entran en un mundo infinitamente más allá de los segmentos microscópicos que posee la historia.

 La creación inteligente del orden universal desea despertar en tu entendimiento, para que algún día en un estado elevado, puedas fluir con el torrente de conciencia que sale de tu corazón, explorando todo el universo que sea de tu interés.

 Con la rapidez del pensamiento puedes experimentar Todo Lo Que Existe como si fuera una parte de ti mismo, simplemente permitiendo que fluya tu percepción, poniéndole en armonía con el sonoro camino de las estrellas, el grandioso camino estelar intergaláctico por el que circula la información universal y la conciencia.

 Las estrellas son puntos de convergencia del sonido, puntos donde se encuentran las líneas de la energía y la voluntad. Poniéndote en sintonía con tu ser esencial, resuenas en el espacio del ser universal.

 A través de las lentes de la biología consciente, ves cosas, comprendes cosas al mismo tiempo que lo hace el universo.

 Puedes darte cuenta de que la familia humana es como una lente planetaria a través de la cual el vasto ámbito de la materia, en todas sus formas, puede observar las galaxias de su alrededor; pero estas lentes funcionan de dos formas. La inteligencia galáctica también observa a través de las ventanas del alma humana, para ver en las profundidades del mundo de la materia.

 ¿No habías pensado nunca que la inteligencia que sabe cómo introducir en una simple célula toda la información genética del cuerpo, debe estar por ahí en algún lugar, por encima de la ilusión histórica? ¿No se te había ocurrido nunca que la exquisita ingeniería, el específico circuito de alta calidad de tu cuerpo, debe tener también un propósito específico? Hacia cualquier lugar que mires en la faz de la tierra, ves las pruebas de que una inteligencia superior está funcionando mucho más allá de lo que habitualmente conocen los acontecimientos humanos.

 Y sin embargo, esa inteligencia que desea armonizar con cada órgano, célula y milagroso sistema de tu cuerpo, la que te permite leer estas palabras, está aquí, tan cerca como los ojos y los oídos a través de los que conoces tu mundo.

 Descasa en la conciencia que vive en las estructuras genéticas de tus células, la conciencia que estará durante tanto tiempo como le permitas la entrada en tus pensamientos. Ábrete al modelo en el que fuiste diseñado y concebido, la visión original de tu reencarnación perfecta, el arquetipo que envuelve la conciencia eterna que se ha materializado en tu forma en este lugar de la tierra. Acéptala, dale la bienvenida, despierta a la conciencia de tu hogar.

 La inteligencia del Ser Eterno en el origen de toda vida es un fiel reflejo de tus órganos físicos y tus sistemas.

 Permite que llene tu conciencia. Descansa en ella. Permite que los modelos perfectos se liberen, deja que la concepción original de tu individualidad renazca en tu presencia eterna. Desarrolla tu satisfacción completa y tu entendimiento. Confía en lo que sientes, en lo que se refleja en tu semblante, la nueva percepción que brilla en tus ojos. Deja que esa visión tintineante se enfoque por completo y puedas ver con claridad el nuevo mundo.

 No tienes ninguna obligación, ni tarea más importante que ésta. Reconoce que tu conducta debe cambiar para permitir esta estabilización. Luego cambia rápidamente y no te quedes parado.

 Los que día a día piensan que son unos pecadores no tienen intención de cambiar. Rechazan la gracia que llenará sus vidas con amor, traicionan a la conciencia que reflejará en ellos la brillante y creciente belleza de su naturaleza eterna.

 El arrepentimiento es una puerta, no una residencia; sólo tiene valor cuando inspira un cambio benéfico y un estado de nueva aceptación de ti mismo. El valorarte menos de lo que Dios te valora no es humildad, es orgullo de la más destructiva naturaleza.

 Cuando se prolonga el arrepentimiento, cuando se convierte en un estilo de vida o se institucionaliza en forma de religión, es algo repugnante para el espíritu, como lo es el orgullo; destruye el puente que yo construyo entre el Creador y la Creación. Cierra el corazón humano al amor que desea fluir por su interior y hacia el mundo exterior.

 El amanecer de la conciencia eterna está trayendo una nueva brillantez al horizonte de las suposiciones humanas. En su primer encuentro con este resplandor, los egos tienen miedo, pero no deben tenerlo. Es su totalidad lo que se les está acercando. Es estúpido temer a alguien que te va a sanar.

 Lo que se les revela en la luz es más sublime y maravilloso que la más delicada de las visiones que ocasionalmente iluminan la noche de la historia. Esas visiones, que a menudo se convierten en una religión, fueron atesoradas como lo son las velas en los momentos de oscuridad. Pero, ¿cuándo brilla el sol? El amanecer que se está abriendo por encima de este mundo trae el final de la era de las religiones, pero el ego debe entender que los rayos del sol no vienen para hacerle daño, sino para liberar a los que estaban acercándose a estas visiones en el pasado. Tienes la opción de descansar el centro de tu identidad o bien en la individualidad humana más inmediata, o en el Ser Eterno que da vida a esa individualidad. Históricamente, has olvidado que tienes esa opción. Tu identidad ha sido aprisionada por la subjetividad durante tanto tiempo que ha construido una inercia, una homeóstasis que se resiste al cambio; sin embargo, puedes optar por dirigir tus sentidos de vuelta a Dios y eso lo puedes hacer en cualquier momento y hay ciertos momentos en los que el cambio es más fácil que en otros.

 Y del mismo modo que hay ciclos que convergen, crecen y aumentan, al igual que hay épocas y momentos dentro de cada era, ahora es cuando llega una especial pulsación de poder energético, una ráfaga de claridad, de conciencia, una ventana de oportunidades que no puede cerrarse; una ola que está surcando el océano y puedes ignorarla o subirte a ella y cabalgar hasta la más extraordinaria de las costas. Pero es una ola especial, y aunque se ha levantado antes y lo hará en algún otro momento de nuevo, los intervalos entre una ola y la otra no se miden en términos que sean importantes para la vida del ser humano.

 Yo sé cuáles son esos momentos, ya que estoy contigo en todo momento seas o no consciente de mí; porque aunque Yo soy el uno, tu Creador y tu origen, cuando te toco soy también tu realidad interna. Yo soy la cara de Cristo que lleva tus huellas y tus cualidades. Aunque sea un "Yo" distinto e individualizado el que desea despertar en tu interior, soy Yo de todas formas.

 Este momento especial, favorecido por encima de los demás momentos, será experimentado por todos los que estén o no preparados, cuando tenga lugar el grandioso cambio colectivo. Tu elección de entrar en el campo de la conciencia ahora, permite distribuir de forma más suave en el tiempo y el espacio, el influjo de la energía transformadora, ayudando por lo tanto a que la transición del colectivo humano sea más delicada.

 Antes de que tú fueras consciente de estas cosas, te acomodé y guié hacia ellas. Te conduje a través de las experiencias diseñadas para ayudarte a liberar tu adicción a los demonios ilusorios del miedo; experiencias que te ayudaban a dirigirte a ese momento como el de ahora, en el que tienes la capacidad y la sabiduría para hacer una elección óptima, la elección que, sin embargo, debe proceder de ti mismo, la opción de cambiar de lugar tu identidad.

 No pienses que no mereces la pena o no estás preparado para dar este grandioso paso. De alguna forma siempre has estado preparado. Y de otra forma, no había posibilidad alguna de preparación.

 He estado observándote desde hace mucho tiempo desde tu interior, por detrás de tus pensamientos y sentimientos. Sé cuál es el momento en que todas las probabilidades están a tu favor, cuándo es mayor la posibilidad de que elijas la vida eterna.

 Ahora es ese momento. Estás preparado para tomar esa decisión vital. Ahora posees todo lo que necesitas para liberarte de las reglas, de los condicionamientos de la historia, y cabalgar por la creciente ola de conciencia que va más allá de la influencia de la materia y entrar en la vida consciente. Puedes sentir esta oleada; este realce de la conciencia. Puede ser, si juntos luchamos contra tu pasado. Ha sucedido con algunos.

 Sin embargo, no hace falta examinar lo que has sido, no hace falta analizar lo que ha de cambiar y desaparecer. Si eso es lo que tú deseas, estoy de acuerdo en dejar que todo ocurra, pero la elección ha de ser tuya.

 Nadie puede entrar en el campo de la percepción falto de libertad.

 Te he esperado en el pasado y estoy dispuesto a esperarte en el futuro, si hace falta. Pero la ola de la que te hablo va surcando una corriente que atraviesa unos pocos círculos de tu mundo, alrededor de las estrellas, y algunos de esos círculos ya han pasado. Los limitados conceptos humanos van a la deriva en esta marea creciente de conciencia/ y no son el medio más adecuado para confiar tu entendimiento. No te llevarán nunca más allá de la costa que divisa la historia.

 Los barcos de mi comprensión navegan por mares eternos. No puedes embarcarte en ellos si no puedes percibirlos y no podrás percibirlos si miras desde las puertas del ayer. Mis barcos, que son barcos de entendimiento, con muy poco lastre, están navegando. No se van a quedar quietos. Yo soy un ser en movimiento y este no es mi puerto final.

 He venido ahora a llamar a la puerta de tu corazón. Conmigo están los ángeles que, aunque no pueden abrir la puerta por ti, eso lo debes hacer tú solo, sí iluminarán el umbral de entrada y animarán tu espíritu. Una vez que llegues a la entrada, pasarás por la puerta, y ten la seguridad de que muchos seres luminosos te ayudarán a mantenerla abierta mientras pasas a la nueva conciencia, que hará que tú brilles con la misma luz que brillan mis barcos con la nueva visión.

 


EN VÍSPERAS DEL SEGUNDO MILENIO

 

 

 Este mundo es como un jardín florido a punto de la recolección. Las hierbas crecen entre los melones y el trigo. La planta de la patata, seca y marchita, se pierde entre el amaranto, la datura y la flor de la maravilla. El jardín ha crecido muy bien, la cosecha será buena, pero los jardineros de este mundo sentirían la abundancia y un potencial mucho mayor que el de ahora, si esperaran tan solo un poco más de tiempo. Las hierbas no van a hacer mucho daño ahora. Pero una pequeña espera aumentará considerablemente la calidad y cantidad de la cosecha.

 En el segundo año de la segunda década del siglo XXI, la humanidad habrá alcanzado su momento cumbre en la cohesión con su conciencia colectiva. Para entonces, las frecuencias telepáticas de la creciente conciencia llegarán a una población global mucho más numerosa, consciente e intercomunicada. El Despertar mismo señalará el principio del milenio, de la profecía cristiana. Comenzará al mismo tiempo en que la biología humana informativa active los circuitos globales necesarios, cuando tenga lugar el acontecimiento pronosticado en algunas tradiciones como la extensión de las alas del Pájaro de la Tormenta.

 No esperes que lleguen señales y milagros para creer. Justo delante de ti están sucediendo portentos que hubieran hecho a las antiguas razas volver su mirada a Dios; portentos que esperaban, buscaban, pero nunca pudieron ver.

 Las maravillas que tú estas viviendo hoy en día fueron profetizadas hace mucho tiempo por las tribus del Oeste y se quedaron tan incrustadas en la familiaridad de las tradiciones que cuando por fin empezaron a presentarse ante tus ojos no pudiste reconocerlas, tal y como eran en realidad.

 Hay signos externos, señales que vendrán, señales de las naciones, que darán validez a los detalles restantes de lo que se predijo, pero la esencia de las profecías está en tu interior. No busques pruebas a tu alrededor, más bien experimenta dentro lo que tu alma recuerda, lo que tu espíritu coloca en tu conciencia por completo, abriendo sus ojos, tus ojos, para que veas.

 Cuando la humanidad sea plenamente consciente de mi existencia, la Madre Tierra observará a este niño que duerme en el pesebre de la materia. Ella se regocijará. Su energía de amor mezclada con la mía, arremolinándose en la Presencia Eterna, barrerá la superficie de este mundo con unas olas de gracia tales que todo lo que se ha profetizado con respecto a mi venida se cumplirá con creces, ya que los profetas sólo entendieron una mínima dimensión de la realidad surgida.

 La mezcla de la dicha planetaria, la voluntad humana y los propósitos del Hacedor de las Estrellas, se reunirán juntos en un torbellino unificado de amor. El ámbito terrestre será reestructurado en luz, belleza y unicidad. Os voy a delinear, mis queridos humanos, de una forma que nunca antes os visteis tan hermosos.

 El amor es la energía de la expansión, la corriente vital de la creación. Cuando toca ligeramente la materia, ésta responde con formas de vida como las que hay hoy en día sobre la tierra. Cuando toca la materia con toda su fuerza, nacen las estrellas.

 Así pues, he decidido tocar este mundo con la delicadeza de las tribus aladas, dando vida a muchos seres espirituales, que me obligan a dedicar mi atención personal a todas las formas que toma la materia, en todos los lugares donde mi amor con su gentil vibración trae a la vida a millares de partículas que están previamente sujetas al cambio térmico. Suave y delicadamente guío a estas vibraciones terrestres a través de los alados.

 Gradualmente emergen las formas de vida, proliferando, a medida que voy dejando salir mi amor poco a poco y cada vez con más intensidad.

 Esta es mi fuerza creativa, un magnetismo irresistible que ha creado vida desde las mismas rocas de la tierra, donde no existía vida anterior; el mismo amor que puso en movimiento a las primeras moléculas del organismo en las cálidas y profundas aguas del océano, creando los primeros ensamblajes de las células. Un movimiento ondulante caracteriza las corrientes de mi amor. Y su difusión se completará muy pronto en este mundo.

 Cuando se haya finalizado su proceso, el grado de cambio se acelerará más allá de la comprensión posible del mundo egoísta. Aparecerá un mundo nuevo, elevándose como el ave fénix por entre el nublado viejo mundo.

 El nuevo mundo está ya aquí, pero su geografía es la misma del mundo histórico, es un mundo de una nueva percepción, un mundo de un nuevo entendimiento, en donde el límite de los recursos se encuentra tan solo en la capacidad de apreciación de las personas.

 En cualquier lugar donde se honre al amor, se honra también al Señor de la Creación. Yo no deseo mayor alabanza. Lo que busco para mi Creación es que sepan que el amor que yo les doy a mis criaturas es tan vi tal para ellos como para mí, no porque existan mandamientos o responsabilidades, sino porque así podrán sentir el espíritu de mi verdadera naturaleza; se enamorarán del amor, sentirán su magia, su dicha, su eterna búsqueda de la belleza, de las maravillas y de la nueva creación.

 Esto es lo que significa el volver a nacer en Dios, es decir, despertar en el corazón y en el alma la misma motivación que empuja al sol, la luna y las estrellas, la misma motivación que arrastra a los ríos a través de los valles, que forma tormentas en el cielo y celebra el ecosistema de la tierra.

 Se pueden cantar canciones, repicar campanas, elevar estructuras hasta los cielos para celebrar este gran amor y estas cosas le añaden belleza y disfrute, pero nunca olvides el amor que es el miembro real por derecho de la verdadera iglesia. No permitas la violencia en tus iglesias de cristal y piedra.

 Entonces, ¿si el verdadero templo de mi conciencia es el cuerpo humano, su mente y corazón, vas a consentir la violencia en esa tierra santa? El alma es un lugar más sagrado que cualquier templo. Respeta esta conciencia con la misma reverencia reservada en otros tiempos a las catedrales, templos y sinagogas.

 Cuando le faltas el respeto al templo humano, lo estás haciendo con su Creador y morador por derecho de ese templo. Cuando permites que el espacio de tu conciencia se convierta en un mercado de pasiones, estás demasiado distraído con los gritos de los ladrones, como para ser consciente de esa suave y eterna sensibilidad que desea permanecer en tu interior para siempre; y te apartas de lo único que realmente puede satisfacer tus deseos. Permite el libre acceso del amor a tu corazón y mente, ya que la más profunda de las comuniones con tu Creador y la Creación está sucediendo ahí dentro, por designio y deseo propios del Ser Eterno.

 He estado durante mucho tiempo alentando esta espera, esperando que estuvieras listo; no estoy tan lejos de vosotros, mis hijos, mi gente, ni en espacio ni en tiempo. Mi ser ha rodeado desde siempre la ilusión del ser humano. Ahora estoy llamando insistentemente a toda esa ilusión, para que fluya a través de mí. Al igual que los meridianos convergen en los polos, esa ilusión está viniendo hacia mí cada vez más deprisa, en donde será aspirada, transmutada y liberada y en donde se convertirá en verdad todo lo que era ignorancia.

 


CANCIONES DE DISTINCIÓN

Aprender es recordar.

 

 

 Cuando la tendencia de tu percepción se invierte y todo aquello que pensabas que era un mundo exterior lo experimentas como si fuese la proyección de tu propia visión dimensional, las suposiciones que apoyaban tus pensamientos se han alterado por completo. Las formas y situaciones se han invertido; sientes que las criaturas y todo lo que te rodea son componentes de un mismo sistema. De hecho, no podía ser de otra forma.

 El observador y el objeto observado, las formas y territorios, no pueden separarse. El uno proyecta al otro y forman su propio contorno como el océano y la costa.

 Las distinciones son placenteras. En las corrientes de la vida eterna, unas veces se acentúan unas y otras veces se recalcan otras, pero nunca son algo absoluto. El amor y el amado están unidos en lo más profundo.

 Las diferencias están ahí para realzar aún más la grandiosa pieza de arte que es este universo, en continua evolución; y cada distinción no hace más que engrandecer las formas de disfrutar de él.

 En el descenso de conciencia funcionabas en sentido inverso. Has dirigido tu percepción hacia un mundo externo, y ya que ese mundo no existía, tu poder creativo desvió su atención para crearlo; para crear un mundo que se adaptara a tus imaginaciones. Pero en una función elevada esto no puede suceder. Tu comprensión de las criaturas, de ti mismo y de tu entorno, no proviene del exterior, sino que aparece como la primera desde el interior de tu corazón.

 Cuando tu amor por Dios se vierte sobre cada uno de tus actos unificándolos y dotándolos de una gracia especial, empiezas a utilizar tu mente de forma total y perfecta. A través de los canales internos recibes el pulso de la información directamente desde la fuerza vital, sin pasar por el filtro del pensamiento egocéntrico estructurado. Mi amor se convierte en tu amor y fluye por tu entorno con una fuerza de expresión tal que no hay ficción, preocupación, estructura o morador del viejo sistema histórico, que pueda penetrar desde fuera.

 Cuando amas por completo, sin reservas, sientes, percibes y te mueves en las corrientes rítmicas del amor interior. Los diferentes sonidos que laten a través de tu alma tienen libertad para buscar la excelencia en todo cuanto te rodea. Permitiendo que el amor fluya hacia fuera desde tu interior, recordarás cosas acerca de estos espacios físicos que habías olvidado.

 Recordarás que todo tiene un alma de música, anterior a su definición y expresión. Reconocerás a todas las formas de vida que moran en esta biosfera bendecida y mucho más que todo eso, las percibirás como tu propia melodía objetivizada y conscientemente cantarás las Canciones de la Distinción, las canciones que hablan del universo.

 Un escultor puede siempre utilizar el martillo y el cincel, pero si sabe tocar las notas adecuadas, las que forman los nombres verdaderos, las canciones que se dirigen al corazón de la materia con la que trabaja, podrá inspirar a esa forma material para que participe inteligentemente en su propio desarrollo y recreación. La materia conseguirá algo más que adaptarse a su idea, sobrepasará su imaginación y conceptuación y creará algo en lo que él nunca había soñado.

 Los materiales informan al artesano consciente de las posibilidades implícitas, biológicas y de otro tipo, inherentes en ellos mismos. Incluso el más grande de los artistas es incapaz de percibir estas posibilidades de la forma que lo hacen los materiales con los que él trabaja. Incluso antes de experimentar el proceso psicológico, puedes comunicarte con los minerales y elementos de la tierra cuando dejas de verlos como entes separados e inferiores a ti, cuando los ves como a iguales aunque sean una expresión diferenciada de la materia / energía.

 Cuando colaboras con el ego, uniendo vuestras respectivas visiones en el fluir de la vida integral, puedes llegar a la esencia de cada criatura, cada roca, cada planta, cada ola del océano, cada estrella de mar en la arena y puedes sentir si están felices, si se han realizado completamente, si han llegado a la cumbre de su deseo interno de evolución o si, por el contrario, todavía poseen mucho potencial que desea salir hacia fuera.

 Puedes estimular esa liberación de energía, ayudar a ese potencial en el espacio y el tiempo. Y donde quieras poner tu atención, será bien recibida. Al igual que el bosque se eleva para saludar al sol, alcanzándolo y dándole la bienvenida a su luz, su energía, su amor, encontrarás a los minerales y elementos de la tierra deseosos de levantarse y darte la bienvenida. Porque la tierra favoreció y favorecerá siempre a los que viven en el amor.

 En estado de percepción despierto no sólo sientes el mundo físico, también percibes el mundo espiritual, el mundo de los potenciales y el diseño luminoso. Cuando percibas las conceptualizaciones que cristalizarán en modelos de diseño etéreos, en las corrientes de la conciencia universal, conceptos de unas posibilidades físicas no manifiestas, podrás a tu elección guiar el fluir molecular de sustancias apropiadas hacia esos modelos. A través de ti las visiones de la eternidad se manifestarán en los espacios estructurados de la luz.

 La dicha de la tierra cuando se produce la unión con un ser encarnado, percibiendo la misma visión del Creador, es la dicha de un amante que corre a encontrarse con su amado. En muchos casos tu presencia y tu visión serán lo único que necesites para inspirar a las sustancias adecuadas.

 Cuando la energía de tu atención brilla sobre un modelo específico de creación, todo lo que se requiere para su formación dimensional fluirá con la suavidad y la eficiencia de un árbol joven elevándose para saludar al sol.

 La sustancia molecular ansia fluir en esos modelos que liberarán su potencial, anhela entrar a formar parte de nuestros diseños, tus diseños, los diseños de la conciencia que creó el universo teniendo en mente estas posibilidades.

 A través del mundo espiritual que rodea y penetra a todas las cosas, tú has traído a este mundo seres y criaturas en la época presente. Pero cuando tu voluntad creativa se canalice a través de la conciencia despierta del ser humano, podrá introducir más detalles y guiar de forma más efectiva el desarrollo terrestre. Con la participación del ser humano consciente, es posible un nuevo orden creativo avanzado, un orden que se construirá sobre las anteriores formas creativas, subiendo a una categoría más elevada de evolución a todas las cosas, hacia una forma de belleza superior.

 La tierra sólo puede alcanzar el máximo de perfección de su potencial a través de este segundo tipo de creación, sólo a través de los seres eternos encarnados en forma humana que conocen las intenciones del universo como a ellos mismos. Tú eres uno de esos seres eternos con los que compartiste objetivo. Tu cuerpo humano es un compuesto de intrincados y entrelazados sistemas biológicos, algunos de los cuales están diseñados para canalizar las energías creativas. Estos sistemas pueden dirigir el manantial creativo de la atención con mucha más precisión y exactitud de la que es posible desde el foco de una conciencia que no ha tomado forma humana.

 Cuando las personalidades de los egos humanos le dan la bienvenida a la conciencia de sus colaboradores eternos, vuelven a sus formas humanas y de nuevo cooperan con sus objetivos olvidados, entonces se habrá finalizado la misión histórica y el desarrollo creativo de este mundo podrá continuar. La tierra dará muchos más frutos que en épocas pasadas, ya que comenzará un nuevo ciclo de creación para la familia humana, y aparecerá un segundo movi miento creativo que se distinguirá como un solo de toda una orquesta sinfónica.

 Despierto, eres un maestro artesano, un músico que canta las canciones de alabanza del Padre Estrella a la Madre Tierra. Recordarás las canciones que llaman a las raíces y los árboles, las flores y las nubes, las hojas y las piedras, pero mucho más que eso ya que los espíritus que no tienen forma material pueden evocar estas cosas sin ayuda del ser humano, podrás recordar las canciones que sólo pueden cantar los que están despiertos, canciones que harán levantarse a los metales del suelo, canciones que atraerán a los elementos, minerales, materiales, desde muy lejos, a través del poder de sus verdaderos nombres.

 Sentirás las frecuencias vibracionales o canales por los que funcionan las plantas, animales y minerales.

 Reconocerás la corriente de energía en la que ellos viven, se mueven y existen. Al mantenerte despierto conoces exactamente cómo funciona tu circuito biológico tal y como es, un sistema de atracción, representación y creación, ideado para regular y producir vida. Sabes que los sistemas y las criaturas, de hecho todos los aspectos de esta biosfera activa, tienen consecuencias en el cuerpo humano. Desde tu interior activarás las glándulas y órganos que se correlacionarán con cada uno de los animales, vegetales y minerales de todas las especies de la tierra. Sentirás sus frecuencias y sabrás cómo usarlas.Cantarás las canciones que cultivarán el jardín que es este mundo, canciones que alimentarán y satisfarán sus formas de vida, que regularán su clima, guiando la caída de la lluvia para ellos. Recordarás las canciones del viento y la lluvia, de las estaciones; canciones de invocaciones y bendiciones, de amor; canciones que ayudarán a la tierra en el mantenimiento de una biosfera fértil; una tarea que ella está ahora haciendo sola, a menudo, a pesar de y en vez de ser ayudada por la humanidad. Y desde tu interior se elevarán las canciones que traerán a la vida a nuevas criaturas, especies que servirán de puente entre las formas actuales de vida y las formas que les proporcionarán la vida a las estrellas.

 


 

UNA SEGUNDA ERA DE CREACIÓN UNIVERSAL

 

 

Yo deseaba que experimentaras el espíritu de Dios, primero a través de los demás, de la humanidad, luego a través del resto de las criaturas de la tierra, de los que andan a cuatro patas, de los que vuelan, de los peces que viven en las profundidades del océano y la vegetación que florece en tu entorno. Quería que me conocieras a través de muchos, porque en esos espacios es donde me conozco a mi mismo.

 He venido a este mundo no para conocerme a mí mismo como el Uno, porque eso lo he sabido siempre, sino para conocerme en ti, para percibir el mundo a través de tus ojos, para que pudiéramos continuar el trabajo de la creación y juntos disfrutar de todo lo que ha sido creado.

 Una ola de identidad fluye a través de todo lo que existe, desde lo universal a lo personal. Salpica las costas temporales, dejando atrás en su despertar creativo las coberturas luminosas de la individualidad que se convierten en las criaturas del mundo espiritual y del mundo de las formas. Esta ola es la corriente de mi amor eterno. Lleva consigo una sabiduría que te invito a compartir conmigo, a recordar, a conocer como a tu propio yo.

 Durante estas transmisiones utilizo las perspectivas de muchos otros, para dirigirme a ti, lo hago a través de los seres angélicos que conocen su origen en mi totalidad.

 Otras veces hablo contigo como el Uno, como tu Creador y tu origen.

 Esta forma de hablar en primera persona reconoce la distinción que existe entre los egos humanos y el espíritu de Dios. Incluso las células se pueden distinguir del cuerpo en el que se encuentran. Sin embargo, esta forma de dirigirme a ti no pretende diferenciar a los espíritus humanos del mío. Todos los espíritus proceden y vuelven a su origen. Utilizo esta primera persona no para disminuir tu conciencia con respecto a la fuente, sino para aumentarla e incluso para que la recuerdes.

 La educación consiste en dejar que tu ego permanezca solo, mientras tú y yo conversamos. Y eso es bueno.

 Pero sentir que tu ego revive de nuevo, mientras tú y yo experimentamos la unidad del mundo terrestre, eso es la creación. Eso es la dicha en sí misma, una unión mucho más maravillosa que cualquier unión sexual.

 Reactiva el mecanismo que enfoca mi atención, y por lo tanto, trae una nueva creación a la tierra. Permite que el ego humano descanse en las corrientes más profundas de la verdad, satisfaciendo todos sus objetivos, anhelos y razón de ser.

 Porque tu ego y mi espíritu son amantes eternos. A través de miles de años de historia, los egos humanos han anhelado mi presencia, como yo he anhelado que volvieran a su verdadero lugar en el diseño de la creación. Pero ellos no han podido ver mi presencia. Han conocido solo fugaces ramalazos de mi amor, si es que han podido sentir algo de él. Sin embargo, yo he estado guiando a tu raza a través de un camino muy medido que al final te ha traído a ti hasta aquí, a este momento en el que nuestra comunicación es clara y concisa.

 La canción de amor que penetra a través de tu conciencia, cuando vuelves de nuevo tu corazón hacia tu origen, es una corriente de energía amorosa. A medida que aceptas ese amor, sientes qué profundo es el amor del Creador que te ha dado la vida. Te sientes inmerso en ese amor. Sientes que es parte de ti mismo, puedes sentir que da vida a todo aquello que percibes y te rodea.

 Sois la especie a través de la cual yo amo a la Creación, y sois los medios que utilizo para sacar hacia fuera todo ese gran potencial. Sois mi regalo al mundo y el mundo me lo devuelve. En cualquier lugar del plano material en el que todavía no haya florecido este potencial de forma absoluta, vuestro amor proporcionará un clima para ese florecimiento; vuestros pensamientos y acciones serán los nutrientes para ese desarrollo.

 Si te permites a ti mismo recibir todo mi amor, serás capaz de amar como yo lo hago. A través de ese amor te convertirás en una célula consciente de mi organismo dimensional de pensamiento y expresión. Manteniendo tu cuerpo y tu forma individual, te conoces a ti mismo simultáneamente en espíritu, y como uno con tu Creador; a pesar de ello la individualidad nunca abarca lo absoluto de Dios.

 El Dios que mora en tu interior se encuentra dentro de cada ser humano, aunque algunos me honran y otros me niegan. Mi espíritu se manifiesta en toda forma biológica, planetaria, estelar, y en todas las cosas desde la galaxia más grandiosa a la más diminuta de las partículas de una sustancia.

 Cada criatura ha sido ideada para expresar algunos de mis atributos, cualidades y características.

 Así es como son creados los individuos.

 Ahora que me aproximo a los últimos pasos en el despertar de conciencia del colectivo de tu raza, hay individualidades que están realizando esta verdad infinita; aunque a menudo se han sentido confundidos con la frase: "Yo soy Dios". No es necesario hacer una declaración de ese tipo, ya que a lo único que conduce casi siempre es a la confusión. La voz que pronuncia esas palabras, proclama que el que las dice es, si es un ser despierto en la conciencia, una expresión individualizada de Dios, parte de El, su siervo, su representante en la tierra, uno en espíritu con Dios. Sin embargo, en la forma humana esa individualidad habita un mundo de seres espirituales diversos e iguales a la vez en donde ninguno es superior a los demás.

 Los que comparten mi conciencia en toda la tierra y trabajan más estrechamente conmigo en el despertar planetario, los que están curando las heridas, educando, no son superiores a los que no lo están haciendo.

 Incluso aquellos que son la causa del miedo en otros, no son espiritualmente inferiores, solo están dormidos aún, como lo estabas tú, no hace mucho tiempo. Aunque algunos sean el grano que recogeré en la cosecha de  esta era y otros serán la cizaña que separaré y colocaré en un terreno de continua instrucción, incluso entre estos no existen distinciones espirituales. Entre los que son conscientes de mi presencia, no existe mayor o menor, maestro o sirviente, señores o plebeyos.

 Todos son iguales ante los ojos de Dios, los conscientes y los que se hallan inmersos en los procesos educativos que conducen al despertar espiritual. Cuando tenga lugar el establecimiento de mi conciencia en el colectivo humano, la tarea creativa de los seres humanos será mucho más variada que la que desempeñan en la era histórica, y sin embargo, tampoco entonces existirán jerarquías o clases dirigentes. Os aceptaréis como una familia, compartiendo el disfrute, la conciencia, la exploración de estas frecuencias dimensionales, trabajando juntos en la igualdad espiritual para desarrollar vuestro potencial.

 Entre los cristianos, hay algunos que profetizaron mi venida como si fuera un fenómeno que ellos pudieran observar desde una cómoda distancia, criticando las actividades de los demás mientras que ellos mismos se encontraban apartados y con reservas. Sin embargo, el acontecimiento que esperan los cristianos como la segunda Venida de Cristo no es un acontecimiento para espectadores. Es una corriente dinámica participativa de transformación, un fluido de conciencia, rápido, al que todos están invitados y sobre el que todos deben pasar a medida que esa conciencia crece, para al final poder rodear con ella a toda la tierra.

 El cambio del milenio que se acerca empezará la última década de mi despertar en el campo de la conciencia colectiva humana. Será la última década de un proceso que ha durado siglos. Será un tiempo de grandes cambios en el que un gran porcentaje de seres humanos elegirá entrar en este fluir de conciencia, dejando atrás para siempre los espacios históricos.

 El manantial de conciencia del que hablo es el río de mi vida eterna.

 Es la línea divisoria entre los ámbitos subconscientes (el paisaje de fondo de la Creación) en donde las criaturas conocen sus orígenes en Dios y los espacios conscientes donde todas las criaturas saben que son proyecciones del campo unificado del ser, cooperadores en la creación, compartiendo una misma conciencia.

 En el momento final de mi despertar, un momento que para muchos parecerá una eternidad, todos los seres humanos que todavía no han entrado en el Río de la Vida, lo harán entonces y aunque sólo sea durante un instante, concentrarán ahí su atención. Todos los que aún no se han decidido, lo harán, y elegirán un futuro basado en ese Río de la Vida o decidirán elegir la otra parte. (Para los que decidan permanecer en los espacios del subconsciente) esa elección no será la última, pero para la mayoría de ellos pasará mucho tiempo antes de que vuelvan a tener una opción para elegir.

 La historia del ser humano ha sido como una ciudad, un movimiento gradual a través de los siglos acercándose más y más al Río de la Vida, una ciudad fundada sobre áridas montañas, migraciones sucesivas de generaciones que van siguiendo los afluentes que riegan las laderas de las montañas hasta los caudales de los arroyos, bajando más y más profundo a los valles del río y a las fértiles planicies que flanquean sus costas.

 Al acercarse el final del siglo XX, una nueva generación, la tuya propia, se encuentra asentado a lo largo de la ribera. Ya ha habido entre vosotros algunos pioneros que han explorado la otra orilla. Muy pronto una gran multitud de seres humanos cruzará terrenos del subconsciente donde el temor es la principal motivación, el ámbito de lo consciente, que sólo conocen como motivación el amor. Los pocos que se queden atrás ahora, no van a ser abandonados. Experimentarán una época de historia futura, parecida a la historia que los seres humanos han vivido en el infierno, a medida que vayan avanzando en el proceso de instrucción por el que la mayoría de vosotros está pasando ahora, para emigrar de las sombras de la ilusión hacia las costas del río de la conciencia.

 No subestimes el poder de este tiempo en el que las fuerzas están cambiando tu mundo. Hace ya muchos años que la influencia de nuestra educación ha estado rezumando por entre las montañas del subconsciente y sobre las colinas de las suposiciones de los hombres. Las aguas de la verdad aún no han aumentado la crecida del río, ni han inundado las calles de tu ciudad, pero el murmullo de su llegada ya se puede escuchar y va aumentando su volumen. Este murmullo ya ha traído cambios fundamentales, aunque muy pocos reconocen cuál es la causa de ellos; y cambios mucho más grandiosos están al llegar.

 Los que desean permanecer como observadores, juzgando y criticando desde una distancia conceptual, experimentarán una creciente presión que moverá sus sistemas de creencias y los fuerzan a participar.

 A medida que crece el río, esa presión aumentará hasta que todas las estructuras de comprensión basadas en el pasado sean barridas y disueltas en las aguas de vida. Algunos intentarán subir rápidamente a los tejados para permanecer un instante más en las fuertes estructuras de sus creencias, pero su intento es una pérdida de tiempo y no les conducirá a nada. El río que está creciendo en esta era rodeará toda la ciudad del pasado.

 Antes de que tu generación llegue a su final, las aguas de este río lo habrán abarcado todo, y todos se sentirán tocados por la verdad, ya sea por deseo propio o porque el agua de la verdad llegue hasta ellos. El crecimiento del Río de la Vida es una metáfora. No existe en realidad un fluir de agua limpiando la tierra. El fluir al que me refiero es una corriente de frecuencias de vibración.

 Mi campo vibracional se acerca a la vida de este mundo material y penetra por su atmósfera, sus sistemas y criaturas. Históricamente, mi campo vibracional ha sido distinto del campo de la conciencia humana, pero esto es lo que está ahora cambiando. A medida que permito que mi amor llegue a este mundo gradualmente, sus gentes y sus criaturas fluyen con total libertad, ya que voy retirando todas las restricciones que existieron en la época histórica. Estas restricciones fueron instituidas en los orígenes de la historia para que tu raza centrada en el miedo, no fuera destruida y pudiera sobrevivir al ciclo de educación.

  Ahora se están retirando esas restricciones e intensificando mis energías creativas. Los que causan el temor en otros no serán por más tiempo protegidos por los efectos de su radiación. Recogerán lo que siembran. Lo que ha sido llamado el Juicio Final está de camino, aunque no soy Yo quien les juzga; sois vosotros mismos los que os juzgáis y los que elegís nuestro futuro. El volumen de la canción del amor que trae la vida a este planeta se está amplificando de forma estable. Cada nuevo día es más difícil vivir fuera de sintonía con esa canción armoniosa.

 Os aseguro que aunque os sintáis atrapados en situaciones históricas no hay fuerza humana ni colectiva, ni ninguna influencia que pueda alejaros del descubrimiento de esa corriente de mi conciencia en vuestro interior; una vez que seáis conscientes de su existencia y elijáis buscarla, mis pensamientos fluirán en vuestra conciencia a cada momento, en cada respiración, entrando en la corriente de vuestra percepción. Ved más allá de las interpretaciones condicionadas, mirad hacia arriba, ved claro de nuevo.

 Algunos descubren ese fluir de la conciencia, el primer momento que se les recuerda mi presencia en su interior. Otros requieren más convicciones de la mente externa y les lleva más tiempo el soltarse de sus condicionamientos. Lo primero no es mejor que lo último. De hecho, muchos de los últimos son mejores educadores y sanadores porque han experimentado procesos más lentos de realización. No olvidan con tanta facilidad cómo veían las cosas ayer, de la forma que lo hacen los que están aún dormidos.

 No hay razón por la que un despertar instantáneo no pueda suceder. Los que experimentan eso son seres realmente bendecidos. Pero lo más inteligente por parte de los que se despiertan rápidamente es moverse de forma humilde y tranquila en sus relaciones con el mundo, no colocándose aparte de los demás o cayendo en la compasión por aquellos que requieren todavía más tiempo para despertarse. No es asunto de los seres humanos el juzgar a los demás.

 Los enfermos, los sin hogar, los mendigos de la esquina de la calle, pueden ser mis principales sanadores en esa parte de la ciudad, o quizás los medios a través de los que a alguna parte de los indecisos podré dar la enseñanza que hará que ellos comprendan. No pierdas tu tiempo juzgando a otros o juzgándote a ti mismo.

 Acepta todo sin conceptuarlo. Nunca más seguirás dormido.

 En algunos el despertar es rápido; en otros más lento. Yo me encarno en todos aquellos que me dan la bienvenida. Y a través de cada uno de ellos, conduzco a otros a esa luz, cada ser nuevo que se convierte en el Uno Despierto es un eco resonante que recuerda la conciencia que vive en todos los seres humanos, ayudando a que con el tiempo despierten todos.

 La transformación planetaria venidera se va a manifestar a través de aspectos poderosos que podrán observarse en iglesias y catedrales del mundo. Muchas congregaciones cantarán durante el momento del despertar cuántico. Estas asambleas proporcionarán puntos de estabilidad de gran valor para sus comunidades, centros de continuidad alrededor de los que fluirán las energías del cambio permitiendo que algunas cosas queden para siempre.

 Pero existen otras iglesias de diferentes categorías y no debes guiarte por sus estructuras arquitectónicas sino por la atmósfera creada cuando sus congregaciones se reúnen.

 Asóciate tan solo con las congregaciones donde existe una atmósfera de amor, que ayude a disolver las diferencias que existen entre las personas y entre ellas y su Dios; congregaciones cuyos miembros den la bienvenida a todos sin juzgarlos, reconociendo el espíritu eterno de cada uno y promoviendo el intercambio mutuo. Esas congregaciones estarán familiarizadas con la atmósfera del cielo.

 Acabarán sus reuniones siendo conscientes de mi presencia en su interior.

 Los que facilitan estas reuniones serán como hermanas, hermanos y amigos para ti. Ellos pondrán hincapié en el acceso universal que cada ser humano tiene a la conciencia de la vida eterna; sus palabras serán un recordatorio que dejará que se exprese el espíritu de Dios no solo durante el servicio, sino siempre, a cada momento.

 No hay lugar donde no exista la Presencia de Dios, son las personas las que no están presentes por completo, en los sitios en donde se hallan. Sólo tienes que estar presente para saber todo lo que necesitas saber.

 No te imagines que tu comprensión será mayor de lo que es o la compares con la de los demás.

 No cortacircuitos tu energía de vida intentando trabajar, cambiar o mejorar lo que comprendas acerca de la verdad. Empieza confiando en la verdad que he creado en tu interior, la verdad que eres tú en realidad.

 Sin amor no hay comprensión de Dios, del ser o la realidad. Para experimentar el nuevo bautismo, el que clarifica el entendimiento del ser humano en las aguas de la verdad, debes dejar todo lo que conoces y en lo que crees, en las corrientes del amor. Todo lo que es válido en tu comprensión se mantendrá, revivificará y brillará con una nueva claridad. Pero las ilusiones de tu historia llena de ataduras cognoscitivas no continuarán por más tiempo. Se habrán ido, borrado y disuelto como si no hubieran existido jamás. Porque en realidad, no existían.

 Emergerás de ese bautismo utilizando todavía las imágenes y conceptos antiguos en tus discursos, pero en la Presencia en la que habitarás entonces, esas imágenes y conceptos serán como flores silvestres que crecen con profusión a lo largo del río/ no como pétalos frágiles cerrados entre las hojas de los polvorientos siglos, e incluso milenios, más allá de las estaciones de su desarrollo.

 No tienes que estudiar las cosas espirituales.

 La verdad que transformará tu vida y alimentará tu espíritu procede de tu interior, no de ninguna fuente exterior.

 No te he llamado a este mundo para que adores los conceptos de los hombres, sino para que te despiertes en tu interior con el espíritu vivo del amor y para que expreses ese espíritu en todo lo que haces. No es posible conocer la realidad de Dios a través de la experiencia de otros.

 Al igual que en épocas históricas anteriores, la adoración a los falsos dioses es algo que prevalece. Muchas confesiones están orientadas en conceptos, muchas instituciones dogmáticas adoran el entendimiento de la mente humana, las interpretaciones de sus fundadores o las corrientes de sus líderes. Muchos de los fundadores de las variadas confesiones cristianas fueron sinceros e intuitivos y en ellos mi espíritu estaba activo. Pero mi trabajo a través de ellos ha fracasado, por el grado de estancamiento en el que te encierras cuando adaptas tu vida a las estructuras de su comprensión.

 Cuando tu vida espiritual está orientada por la teología, estás adorando el entendimiento humano, la misma ciudad que en un tiempo fue representada como un becerro de oro en la locura del Sinaí. Los que adoran las convicciones humanas, en vez de adorar a Dios, harían mejor representando en forma física a sus deidades; entonces se darían cuenta de lo que están haciendo.

 Busca la verdad detrás de cada ritual, cada cultura, cada ceremonia, cada celebración que te encuentres.

 Disfruta de la rica diversidad de las múltiples expresiones de la verdad. Agradece las palabras de otros que te recuerden la verdad que quizás hayas olvidado. Agradece a los que te ayuden a descubrir formas de expresar lo que tú ya conoces, nuevas frases, nuevos términos quizás, pero nunca expreses cosas de segunda mano.

 Habla tan solo desde tu experiencia y siempre dirás la verdad.

 Permanece siempre abierto a las nuevas ideas. Escucha las perspectivas de los demás. Pero nunca dejes que nadie te haga dudar de ti mismo, porque yo no dudo de ti. ¿Y por qué deberías de dudar tú de alguien en quien Dios tiene plena confianza? En el lenguaje de la Luz, la comprensión y la percepción se representan con las mismas palabras, al igual que otros fenómenos indivisibles.

 Pero estas cosas las has sabido tú desde siempre.

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EL JARDÍN DE LA PRESENCIA CONSCIENTE

 

 

 En el Jardín de la Presencia Consciente, tú y yo somos jardineros. Convertimos las substancias del pasado en concepciones del futuro. Yo soy el origen del diseño del jardín y vuelvo a él a través de ti.

 Juntos extraemos todas las posibilidades, provocando las inagotables bellezas de las estructuras, materializando las maravillas, manifestando los nuevos órdenes una y otra vez.

 Mientras cada nueva espiral del contexto universal se acerca a su madurez completa, va dando vida a nuevos y más intrincados contextos en su interior, revolucionando antiguas comprensiones a gran escala y revelando multitud de nuevos mundos por explorar, por habitar y disfrutar. Cada manifestación se convierte en la base de otro nuevo orden, y así, sucesivamente. Para que nuevas criaturas puedan fundirse en esos campos de posibilidades, habitando los espacios deseados, se va desplegando eternamente el potencial infinito que surge del corazón de Dios.

 Un universo se está expandiendo a una velocidad mayor que la manifestación de la luz. Esta es la razón por la que hemos venido todos nosotros, para pintar la visión eterna en un lienzo de días y momentos.

 ¿Querrás caminar por los senderos del Jardín conmigo, desnudo, libre de culpa, al sol de la mañana? No sientas vergüenza. La Caída de la que has oído hablar no es un tropiezo irreversible, más bien es un desorden momentáneo de la visión. Como yo lo veo es como si fuera el primer traspiés de los pasos de un niño pequeño.

 No tiene gran importancia. Quizás te hayas arañado las rodillas un poco, pero eso forma parte de tu historia, no es tu destino final. Cuando la herida es reciente es duro para un niño darse cuenta de esto, pero alza tu vista por encima del suelo. Tu cara no va a enfadar a Dios. He visto demasiadas cosas como para preocuparme de eso; eres tú el que te lo tomas demasiado en serio. Es natural concentrar tu atención en la herida cuando todavía te duele, pero no pierdas la perspectiva del resto de tu cuerpo, que sigue robusto y saludable.

 Tengo compasión por el dolor de ayer, pero mis pensamientos están en sanar las heridas de hoy; no comparto la tendencia histórica de complacerse en el mal.

 La tierra te apoya más de lo que crees, cuando tus iniciativas se elevan por encima de las consecuencias del descenso en la conciencia y cuando te despiertas de nuevo para compartir con el Hacedor de las estrellas su majestuosidad. Ella sabe cómo dejar impreso en tu conciencia lo que es de importancia relevante en cada momento; en ese instante concreto, es cuando pone todo aquello con lo que se encuentra a disposición tuya, no pensando en el ayer o en lo que se espera mañana, teniendo en cuenta tan solo lo que tiene que ver con el día de hoy. La tierra se da por completo en la realización total de esa visión, cualquiera que sea. Se dedica al desarrollo, crecimiento y felicidad de todas las formas de vida: minerales, animales salvajes, peces del océano y a las aves que surcan sus nubes.

 Se dedica por completo a ti. Hará realidad tus sueños. Reflejará tus ideales para ti mismo, les dará cuerpo.

 Los que idolatran y proyectan sobre la tierra las actitudes mezquinas de venganza, no conocen a su madre tierra. Ni tu Creador ni la tierra misma te niegan nunca el perdón por las elecciones que hayas realizado, porque el perdón estaba ya asegurado desde el momento que elegiste esas opciones.

 Es sabio por parte del jardinero estudiar el terreno, pero también hay un tiempo para elevar tus ojos al cielo, de donde procede la luz del sol y la lluvia.

 Ven, sigue por este camino hacia adelante. Deja que estos pensamientos guíen tu percepción hacia las corrientes de energía que animan este mundo. Siente el amor que la tierra tiene por ti. El amor que brilla como la luz del sol. Los caudales eternos de la energía del amor. Compartir la totalidad de la percepción de Dios es ser al mismo tiempo amo y sirviente de todo lo que percibes. El darte cuenta del potencial de cada río, del valle, cada campo, cada comunidad, es reconocer ese potencial como algo tuyo y hacerlo salir hacia fuera, revelando su sabor y textura, sus posibilidades, su belleza sin fin. Sumérgete en el fluir natural de tu conciencia, sin esfuerzos. Observa lo fácil que es, lo simple que es, cómo fluye continuamente sin necesidad de pensamientos.

 Siente cómo de tus ojos sale esa percepción, siente cómo fluye por entre estas páginas, enredándose por tus brazos y alrededor de tu cuerpo, hacia fuera, recorriendo la atmósfera de tu entorno.

 Este es el nuevo reino de los cielos, la percepción creativa que se ha diseñado para que te acomodes a ella, es tu forma natural de ver. Deja a un lado las estructuras habituales que puedan bloquear este fluir de conciencia; permite que se caigan todas tus viejas interpretaciones del mundo; ¿puedes ver el mosaico de la energía informativa que materializa este mundo, este jardín? Nunca fuiste arrojado del Edén. Tu propia orientación pasada y futura no te dejaba ver su presencia dentro y alrededor de ti. Todo se revela ahora en el silencio de tu corazón. La conciencia choca suavemente contra las costas de tu percepción, de tu presencia.

 Al igual que el gentil aleteo de unas alas al viento, la eternidad susurra en tu interior, dentro de tu forma humana. Mira, más allá del caparazón del pensamiento programado aparece un nuevo cielo y una nueva tierra, suspendidos en un mundo que es Dios mismo, en un universo que revela a Dios en todo lo que tú eres.

 Tú eres la conciencia de Dios, los instrumentos de su percepción en estos espacios. Dentro del ser de Dios, tú eres la forma en que la eternidad siente a este mundo. No supone ningún esfuerzo el recordar. Lo que necesitas mantener contigo es la naturaleza que te llena con el mismo aliento que da vida a estos mundos.

 El reino de los cielos se abre ante ti como un campo fértil que aparece delante de ti al llegar a la cumbre de una montaña. Incluso en tus momentos más oscuros, tus más finas interpretaciones te privaron de esta visión.

 Has vivido siempre en el interior de Dios; no hay otro lugar para vivir, excepto en la ilusión.

 Tan pronto como vuelve a ti la conciencia de tu naturaleza eterna, te das cuenta de que el esfuerzo necesario para sostener la ilusión histórica era realmente enorme; hacía falta un esfuerzo masivo y consistente para anular tus sistemas internos de información, para ignorar tus formas instintivas de conocer. Requería una lucha progresiva, aunque subconsciente, para bloquear este flujo de percepción.

 Fue muy difícil mantener las pretensiones de la individualidad exclusiva y separatista. Tu identidad es un asunto que no es de tu incumbencia en este momento, porque es un afluente natural del manantial de la vida, ni más ni menos.

 Tu iniciativa, tu perspicacia, tu libertad y la individualidad con la que estás equipado en estos momentos, esos son tus regalos. Utilízalos para facilitar la gran transición de la humanidad. Ayúdame desde el interior de la cultura humana, proporcionando a mis criaturas sus necesidades básicas, mientras que acelero y llevo a su conclusión este despertar. Facilítales las cosas a las personas de tu entorno, sin dejar que se aíslen en un excesivo confort, pero asegurándote de que los hijos de la tierra, en la medida de lo posible, tienen cubiertas sus necesidades de agua, calor, alimentos, hogar y entendimiento.

 Los que no levantan vallas a su alrededor, no levantan barreras en el mundo material. Sólo los que circunscriben su identidad, aíslan sus mundos, cercando los objetos, a las criaturas y los paisajes, dividiendo la propiedad de las cosas.

 ¿Quién es el dueño de la mañana? ¿A quién pertenece la lluvia que permite la cosecha de los campos o el viento que desencadena la tormenta por encima del mar? ¿Puede alguno de vosotros reclamar la propiedad de la luz del sol o la sombra de la tierra sobre la luna? Todas estas cosas y muchas más son tuyas en la plenitud de tu espíritu, pero nunca han sido ni serán propiedad individual. Tampoco lo es todo aquello que tú formas desde la tierra. Dale gracias a Dios, la fuente de todo; gobierna inteligentemente todo aquello que tengas que administrar, guiándolo hacia el lugar en donde sea más valorado, apreciado y comprendido, pero ten en cuenta siempre que incluso el más delicado de los productos procedente de la más elevada cultura no puede traer la felicidad a los lugares donde se desconoce la Presencia de Dios.

 Si ya te hubieras liberado del influjo de la materia, comparte libremente tus posesiones con los demás.

 ¡Siéntete responsable de todo lo que administres, impidiendo el mal uso y la destrucción, pero no te tomes estas cosas materiales más en serio que la vida! No poseen valor alguno, excepto cuando la vida se está expresando; cuando las cosas materiales cobran más importancia de la debida, la expresión de la vida queda restringida y confinada. Los que tienen demasiadas posesiones tienen muchas preocupaciones, al mismo tiempo. Entre los que viven en la conciencia de Dios, no existe el concepto de la propiedad. Los hijos e hijas de Dios no pueden percibir un árbol, un objeto, un jardín, un mundo, sin poseerlo en el sentido correcto.

 La pintura no posee al pintor. Los ámbitos de la materia son tu pintura, tu lienzo. No vas a sacar nada de ellos, ni ellos de ti, porque tu estancia aquí acaba de empezar; pero estas cosas son tus herramientas, no tus maestros. Si conoces esto en tu interior, las cosas materiales te son útiles y te proporcionan comodidades, de forma más consciente de lo que podías imaginar.

  La materia es consciente. Cada átomo es consciente. La tierra es un ser vivo, consciente de la vida de su superficie y cada día proporciona opciones que afectan esa vida.

 La mayor dicha de la tierra se encuentra en la articulación estructural de la belleza, en la creación de formas de vida y ecosistemas que revelan su potencial material. La tierra no tiene respeto alguno por los seres humanos que viven ignorantes de la belleza, para la que ella vive. Esta es la razón por la que, cuando la humanidad deja de reverenciar a la tierra, tiene, desde entonces, que ganarse el sustento "con el sudor de su frente".

 Sin embargo, la tierra respeta a los seres humanos que están iluminados con la conciencia del amor. Ella les demuestra su respeto, ofreciéndoles abundantemente su sustancia y energía. Ella cuida muy bien a los jardineros que honran sus objetivos, su belleza, su potencial.

 Los Jardineros Universales saben apreciar todo lo bello que existe en la naturaleza material, pero como entregan sus vidas, al igual que lo hace la Naturaleza, ellos no se ven afectados por el influjo del materialismo.

 Aman y disfrutan de las cosas materiales sin buscar su posesión y sin restringir su fluir hacia otros seres.

 Porque tan solo se les adhiere aquello que es completamente necesario, las riquezas de la tierra fluyen a través de ellos. Se convierten en conductos y canales para que fluyan las bendiciones de la tierra hacia los demás. Dirigen los recursos hacia donde hacen falta; se convierten en unos profesionales del arte de distribuir las cosas; y esto, al fin y al cabo, es la naturaleza de Dios.

 Cuando has aprendido a recibir amor, puedes empezar a amar con el amor de Dios. El amor llega a ti, desde muchas personas, muchas criaturas, muchas fuentes, en el mundo físico. Acepta el amor que te llega desde diversos puntos de la tierra; y al igual que la tierra llega hasta el sol, llegará hasta ti. Los que son capaces de recibir el amor de Dios, procedente del mundo de su alrededor, reciben gratuitamente todas las cosas materiales y de la misma forma las distribuyen.

 No hay necesidad del ascetismo histórico, que rechazaba las riquezas y bendiciones físicas; pero durante este ciclo de transición es necesario, de vez en cuando, un tiempo de retiro, un tiempo para beber del agua pura, un tiempo de silencio, quizás de ayuno. Esto te ayudará a romper los sutiles hábitos que te atan y que has formado inconscientemente con la materia en tu vida, y te ayudará también a reforzar tus ataduras espirituales, que son algo mucho más vital.

 Las líneas de conexión, las arterias de energía que conducen tu vida hacia el centro del Ser Eterno, quedan obstaculizadas y limitadas cuando le das una excesiva importancia a poseer cosas del mundo material.1' En una sociedad en la que prevalece lo material, a veces es necesario retirarse un tiempo para purificar y fortalecer estos conductos vitales de la energía animada. Esto facilitará tu comprensión del día a día, estabilizando tu percepción y conocimiento de que habitas en Dios y Dios habita en ti.

 Cuando permaneces consciente no tienes que luchar para hacer frente a tus necesidades materiales. Tu alimento proviene de estar inmerso en el desarrollo creativo del universo y eso les sucede a todos los que saben que su origen es Dios. Puedes observar las corrientes de vibraciones que fluyen por entre todas las cosas, puedes ver la envoltura de luz, los espacios de fuerza, que bailan en el éter alrededor de cualquier forma manifiesta. No solo puedes ver lo que tiene forma física, sino también las envolturas de energía de estos objetos, las ideas que inspiraron su formación dimensional. Y lo que es más, percibes el potencial que aún no ha tomado forma; puedes ver las ideas de la eternidad, y elegir de entre ellas, aquellas que con el tiempo podrás ayudar a materializarse. Tu percepción hace tangible su potencial.

 Este es el papel del ser humano, vestir los conceptos de la eternidad con las vestiduras del tiempo. Este es también el propósito de un jardín.

 


 

 

LAS HUELLAS DEL PASO DE UNA PRESENCIA

 

 

 Una vez pensé que mi felicidad era completa; pero descubrí que la felicidad se puede expandir infinitamente como lo hace el universo; me di cuenta de que podía aumentar mi felicidad creando seres que la compartieran conmigo, viendo cómo crecían, jugaban y florecían. Así que aumenté el campo planetario y concebí una biosfera en donde pudieran entrar más seres y disfrutar de la expresión del maravilloso mundo biológico; criaturas con quienes poder compartir la población y felicidad de la eternidad. Cuantos más seres exploran, celebran y desarrollan los espacios dimensionales, más aumenta mi felicidad.

 El Dios al que sirves es un Dios que vive para servirte.

 La enseñanza que ofrezco no es para ser escuchada por los que analizan y examinan mis palabras detenidamente, ni pueden ser comprendidas por los que se aproximan a ella tan solo a través de sus mentes, ya que no vengo a traer un nuevo sistema de creencias. Mis palabras apuntan al corazón del ser humano; la puerta que conduce a la experiencia de Dios. Yo soy al mismo tiempo un ejemplo de esa entrada al corazón y un ejemplo de lo que se encuentra más allá de esa puerta de entrada.

 No importa en lo que creas o las opiniones que poseas. Si confías en las enseñanzas de los hombres, si le das más valor a los conceptos e interpretaciones de los demás que a aquello que sólo entiende el amor, estás confiando en el ayer/ y no en la Presencia de Dios. Dependes de las estructuras del ser humano para ordenar tus momentos y tus días.

  "¿Todavía buscáis la razón?", exclamé después de la multiplicación de los panes y los peces, porque estaban intentando razonar el milagro con sus mentes; sin embargo, lo que hizo posible la multiplicación fue el cese de ese razonamiento mental limitado.

 Mi conciencia no puede llegar a los que luchan por entender, no puede llegar a los que intentan encerarme en los micro-mundos del razonamiento humano. Pero sí llega a los que aceptan con amor y permiten que ese amor guíe sus vidas.

 Aunque durante este cuarto de siglo que está cambiando rápidamente sólo percibas de forma parcial, no te preocupes, porque llegará un tiempo en el que tu percepción será total.

 Invierte todo lo que poseas en tu interior y no dejes que tu conocimiento permanezca ocioso. Tu perspicacia interior se recompondrá y crecerá como una semilla hasta que tu conciencia sea total. Deja que tu vida esté guiada por la más elevada de tus visiones y verás cómo con eso tienes suficiente.

 No estoy buscando perfecciones aisladas. No tengo interés alguno en los santos, a los que los hombres admiran y adoran. Los que se colocan a sí mismos por encima de los demás individuos, no contribuyen en absoluto al bien común. Busco gente que brille con luz propia en las escuelas, lugares de trabajo, en cualquier campo de servicios e intercambios, en cada estrato del presente orden humano, trayendo conciencia, perspicacia, humildad, invirtiendo los talentos que les han sido dados, en completa libertad.

 No desees que tu conciencia sea otra de la que es. Si tu conciencia de la vida eterna no es algo continuo al principio, no te culpes a ti mismo, a otro, o a la sociedad.

 Los que esgrimen la espada de la culpa forman parte del mundo dormido. Para algunos es mejor despertar poco a poco y arrastrar a otros gradualmente en su camino, que ser una estrella fugaz que nadie puede ver.

 Las limitaciones de entendimiento no son siempre algo negativo.

 No permitas que se diga de ti "y la luz brilló sobre la oscuridad, y la oscuridad no la pudo comprender", porque eso sería un error de la luz.

 Es mejor que se diga de ti "existe un ser en el cual me veo a mí mismo, un amigo que comparte mis esperanzas, mis desafíos". Sé un ser con el que los demás puedan trabajar, uno al lado del otro, en un proceso de despertar más gradual, y por lo tanto más estable. ¡Oh, hijos míos, os aseguro que si sois tolerantes con vosotros mismos, no hay fallo que no sea perdonado instantáneamente! No hay traspiés en el camino de la creación que no se convierta en un buen propósito, incluso el Descenso de conciencia puede convertirse en un buen objetivo. Cuando des un mal paso, pon simplemente más atención para el siguiente, pero perdónate a ti mismo y continúa rápidamente tu camino.

 Acéptate como Dios te acepta. Quiérete tal y como eres.

 La humildad y no el orgullo es lo que trae el perdón. Tienes la capacidad de cometer errores, y es bueno que lo hagas, pero no tienes capacidad para fracasar. El fracaso es la ilusión de los que continuamente insisten en sus errores.

 Los que tienen miedo de cometer equivocaciones sirven al dios del temor. Su amor es incompleto.

 Sigue hacia adelante, decididamente. Ten el valor de vivir lo que sientes, a pesar de tus temores; eso es todo lo que necesitas. No hay equivocación alguna que no se convierta en una ventaja, si eres honesto; no hay traspiés desprovisto de importancia educacional; con la confianza puesta en Dios e intercambiando libremente el perdón, no hay error que no sea una experiencia de enseñanza y aprendizaje, un trampolín para todas tus preocupaciones.

 El reino está construido sobre esas bases, sobre esos cimientos, las especies se trasladan de la oscuridad a la luz. Es bueno que la luz, al principio, sea una luz crepuscular, porque no cegará a nadie.

 A medida que la brisa de esta información circula suavemente a través de tu conciencia, soy yo mismo el que entrelaza tus pensamientos y libera las formas que te han traído tensión y miedo. Siente el alivio de tu percepción, siente cómo se liberan tus propios pensamientos, relajándose; siente cómo tu realidad entra en este cálido cuerpo de tierra y agua. Encárnate por completo, alado mío, mi ángel, mi ser de luz.

 La tierra está siendo transformada por las mismas alas que circulan a través de tu conciencia hoy en día.

 Recuerda por qué entraste en estos ámbitos, por qué han llegado a ti estos pensamientos. No te olvides de tu primer amor, que te concibió en el espacio terrestre. Aunque ese amor es mío, es todo tuyo.

 Has tomado forma humana porque sentías amor por los que tuvieron el valor de darle forma a la realidad material, porque te preocupaste por los que se perdieron en sus creaciones. Tus circuitos han sido limpiados para poder recibir la totalidad de tu conciencia eterna. Tu biología humana ha sido creada con este propósito.

 Ábrete a la corriente de conciencia que circula entre las tribus de ángeles, uniendo a todos en uno solo.

 Yo soy la canción de la vida. Bailo la danza de la Creación. Soy todo lo que tú puedes ser y todo lo que eres, cuando estás despierto. Permite que tu primera respuesta sea cual sea, no esté modificada por conocimientos anteriores; nada va a ser como tú lo imaginaste; no hay estructura que teniendo un sentido subconsciente, pueda contener vida consciente o la información que fluye hacia ti en estos días. Esa información que ahora está entrando en tu conciencia no puede recibir nada excepto los conceptos espontáneos que aparecen, las formas de comprensión viva que fluyen, cambian y florecen en los momentos de tu vida.

 El entendimiento eterno que viene ahora a ti vive y crece como cualquier otra forma de vida en desarrollo.

 Sigue la danza de las frecuencias que construyen los campos de energía de la luz; es realmente una creación para la ocasión. Poneos a la altura de las circunstancias, ¡oh, generación bendecida! y no os arrodilléis ante las perdidas mentes de los seres humanos. Una mente superior está aquí, ahora, y la tierra no ha conocido antes una mente igual.

  Estáis invitados a compartir y conocer su comprensión.

 La era que traigo conmigo no está caracterizada por las palabras, sino por el espíritu eterno de la verdad. Sin embargo, si hubiera alguna palabra que pudiera expresar su esencia natural, esa palabra sería unidad, ya que en la fusión de mi conciencia y tú, una síntesis de amor unifica todo en una convergencia resonante de información y acción, en un juego sincrónico de pensamiento y actos, tiempo, eternidad, materia y espíritu; la unión de la tierra y el Creador de estrellas.

 Tú eres el que une a las fuerzas contrarias, sintetizando cualquier divergencia y trayendo armonía a la creación. Tú estás llegando, despertándote. Estás simbolizado por la conjunción de lo longitudinal y las latitudes, por la señal de la cruz. Donde es posible que tu conciencia cruce por entre la percepción del ser humano encarnado, tu presencia pasa a través de la eternidad para entrar en las vestiduras del tiempo. En ti aparece el Jardín de la Presencia Consciente.

 Tú eres un jardinero, un modelador del tiempo, un arquitecto de la era venidera.

 Tú eres un escultor, un artista, un herrero de la luz a través del tiempo. Eres el guardián del jardín de las formas, una frecuencia, un rayo luminoso que emana desde el centro del Ser Eterno. Yo soy la voz de tu esencia, ese que siempre has sido tú, despertándote, ahora, para recordarte quién eres.

 Estos pensamientos no están avivando tu conciencia hoy en día debido a coincidencias o casualidades al azar, sino porque has elegido amar y cuidar de estos ámbitos en los que se cristaliza la luz de las estrellas en forma de sueños, en donde las formas quedan suspendidas en telarañas muy finas de torrentes geológicos de cromosomas, quemándose poco a poco, creciendo, respirando en las cálidas lluvias solares.

 Deja que las olas de pensamiento y emoción fluyan a través de ti. Recibe las impresiones informativas del mundo de la energía y la esencia, libremente. En ti fluye una al lado de la otra, la inteligencia material y solar; sus corrientes de entendimiento circulan, en espirales simétricas, a través de tu conciencia a medida que transmites el amor que existe entre el fuego estelar de arriba y la gracia del mundo material orgánico.

 Así que ahora que has despertado, eres la unión biológica en la que el origen de toda la creación, la causa que existe detrás de toda causa, el Uno Eterno, brilla con su expresión más radiante.

 Empieza a surgir un nuevo ciclo de vida sobre la tierra. La conciencia que cabalga por las corrientes del amor eterno, se despierta en el entendimiento iluminado, de una resonante especie de seres humanos, y mira hacia fuera, hacia el paisaje de la creación. Y hasta donde llegue la vista, océanos, continentes, ríos, lagos, montañas, bosques, junglas, ciudades y naciones. Y más allá, donde los ojos no alcanzan a ver, estrellas y mundos infinitos por encima de los mundos.

 

 

 





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